Prueba de rutina y no invasiva que permite evaluar tanto el ritmo como frecuencia cardiaca.

El paciente no requiere de ninguna preparación previa para someterse al examen y para realizarlo se le adhieren sobre la piel del pecho, tobillo y/o muñecas pequeños discos de metal, denominados “electrodos”, que son capaces de detectar los impulsos eléctricos del corazón, los que se van registrando como líneas o curvas en un papel milimetrado.

El electrocardiograma (ECG)  se utiliza para diagnosticar arritmias, incipientes infartos al miocardio, anginas de pecho e insuficiencias cardiacas, entre otras posibles dolencias.

Importante: La atención para el examen de Electrocardiograma será exclusivamente por orden de llegada en todos nuestro centros médicos, exceptuando Sonorad Irarrázabal que no cuenta con la prestación.

Al igual que el electrocardiograma, esta prueba tiene por objetivo evaluar tanto el ritmo como frecuencia cardiaca. Sin embargo, se realiza de forma ambulatoria, es decir, la persona lleva consigo por 24 a 48 horas un pequeño aparato,  que puede transportar en los bolsillos de su ropa o bien en un cinturón, alrededor de la cintura.

El monitor, llamado Holter y que funciona con baterías, opera conectado por cables muy delgados a electrodos adheridos al pecho del paciente, quien debe efectuar todas sus actividades con total normalidad. Mientras tanto, se van  registrando de forma continua los impulsos eléctricos de su corazón, cuyo estudio es esencial para el diagnóstico final de arritmias y palpitaciones..

Al usar el dispositivo se recomienda por ejemplo evitar el contacto con sábanas eléctricas, imanes y detectores de metales.